Su historia

La Casa Rural «El Empecinado» es una casona o palacete de principios del siglo XVI, destacando en su fachada un arco de medio punto, muros de mampostería, 12 rejas carceleras, 3 de ellas con unas preciosas figuras de peces.

Durante el reinado de Felipe II, la cercana villa Ducal de Pastrana tuvo un gran auge cultural, económico, religioso y político; Fuentelviejo estaba dentro de la ruta que unía Pastrana con Madrid y Guadalajara. Es en esta época donde importantes personalidades pasan por el pueblo como Santa Teresa, la Princesa de Éboli, Ruy de Silva, los Condes de Tendilla, Pedro de Mendoza.

La Casa Rural «El Empecinado» sirvió de hospedería durante estos años, debido a su amplitud y situación en la plaza del pueblo.

Durante la Guerra de Independencia, Fuentelviejo fue conocido como «La Atalaya del Empecinado», desde esta villa José Martín Díaz realizó numerosas operaciones para expulsar a los franceses; uno de los lugartenientes, José Nondedeu, nacido en Fuentelviejo le ayudó en diferentes campañas como la del «puente del Zulema», donde liberó la ciudad de Alcalá de Henares.

En este periodo la Casa Rural «El Empecinado» fue cuartel general del guerrillero, este es el motivo por el cual la Casa se denomina así.

En siglo XIX fue adquirida por la familia Baquero, natural de este pueblo, y uno de sus miembros: D. Nicolás Baquero Moreno está en proceso de beatificación en Roma.

A mediados del siglo XX fue comprado por el ingeniero de caminos: D. Luis Sierra, quien realizó importantes obras en el resto de la geografía española, como la autopista del aeropuerto de Barajas, remodelación de la Castellana, el diseño de Puerto Banús, por la villa de Fuentelviejo también realizó varias proyectos, como llevar el agua desde el manantial al pueblo, y en agradecimiento los ciudadanos de Fuentelviejo pusieron su nombre a la Plaza Mayor.